martes, 21 de febrero de 2017

Filosofía en la radio

Han pasado más de 4 años desde mi última entrada en este blog, ha sido un rato muy largo sin ser profe de filosofía ¡pero estoy de vuelta!

Es increíble que varios años después sigamos padeciendo las decisiones que tomó el mayor supervillano de todos los tiempos...que han supuesto arrinconar la filosofía en los institutos, y sin embargo ver cómo florece en muchos otros ámbitos: cafés filosóficos, filosofía para niños, libros divulgativos...y radio. Ahora mismo hay dos secciones fijas de filosofía en dos de las cadenas de radio más escuchadas en España, RNE y la Cadena Ser.

En Hoy empieza todo, en Radio 3, tenemos a Ricardo Vicente y su Filosofía barata y zapatos de goma. A la espera de que podamos encontrar en un solo sitio todos sus programas os muestro uno de ellos en el que habla de la ética kantiana a través de la versión de Albert Pla de Walk on the wild side de Lou Reed. A partir del minuto 1:36

Y en A vivir que son dos días, los integrantes de El Mundo Today nos ofrecen cada domingo la sección Los guardianes de la moral, aquí uno de los últimos programas:
 y aquí el enlace a todos los podcast: El rincón de pensar

En Radio Quintanar, Jorge Sánchez-Manjavacas Mellado también tiene un programa, Pensando que es gerundio, en el que colaboran los niñ@s del taller de Filosofía para Niños que se celebra en la Biblioteca de Quintanar de la Orden (Toledo).
Antes participaba con Hector del Estal en el programa Eidos de Radio Oasis Salamanca. En la página de Alberto López, Filosoficamente, puedes encontrar los programas por fecha y temas en los que participó Alberto, y aquí el resto. 



Aquí el primer capítulo, dedicado a La música.

Sí, tenéis razón, como tantas veces, hay pocas voces de mujeres. ¡Pero haylas! Soledad Hernández y Javier Benito son los locutores de Filosofía en la onda


Seguro que hay muchos más, ¡cuéntanos!

martes, 18 de diciembre de 2012

Filosoficción

Una nueva entrada en defensa de la filosofía. Y nunca mejor dicho, porque últimamente me siento una justiciera, que sale cada atardecer a la intemperie, de momento virtual, a intentar parar los golpes del mayor supervillano de todos los tiempos, como le llaman en  El superpoder de la filosofía, a nuestro queridísimo ministro del ramo.

Muchos creen que pueden matarla, que es débil, que no sabrá defenderse, pero yo tengo la impresión de que la filosofía está últimamente en boca de todos, de que está mostrando su cara más divertida y de que eso la hará más fuerte.

Hay mucha gente interesada en disfrutar del cine, las series o los comics, de una forma más profunda, de hacer durar el placer, que no acabe después de 25 o 50 minutos. Y para eso, señores, se ha inventado un revolucionario artilugio: ¡el libro!

Empecemos con el cine. Me ha gustado mucho La filosofía va al cine. Una introducción a la filosofía de Christopher Falzon.




"La Filosofía va al cine es un nuevo tipo de introducción a la filosofía que emplea las películas para ayudarnos a entender las ideas y posturas filosóficas. Recurriendo a películas europeas como Cinema Paradiso y a exitazos de Holliwood como Matrix, Christopher Falzon presenta y discute importantes áreas de interés filosófico (...)." (De la contraportada)

Hay otros libros y mucho material para abordar las películas filosóficamente, como podéis ver en la estupenda página de Rafael Robles, Filotic.

Un libro dedicado a una sola película (bueno, a una trilogía) es el de la profesora y bloggera Concepción Pérez García, Matrix, Filosofía y cine. Aquí tenéis más información.




Y también están las series:

De momento solo he leído Todo lo que sé lo aprendí de la tele, de Mark Rowlands



Disfruté mucho con su análisis de Buffy, la cazavampiros, casi más que con la serie. Se me hizo un poco escaso el análisis de Friends, pero porque he visto cada capítulo unas 8 veces, y bueno, son como de la familia.

Otros dos libros famosillos sobre series son Los Simpson y la filosofía, de varios autores.


"¿Acaso Nietzsche justificaría las gamberradas de Bart? Y Lisa, por socrática, ¿debería caernos mal? ¿Se puede ser virtuoso y ofrecer la propia familia a los extraterrestres para salvar el pellejo, como Homer? ¿Tal vez Marge nos haga sentir en casa porque, en realidad, se trata de una madre y ama de casa machista? ¿Como la propia serie, por otra parte? ¿Se puede aprender algo sobre la felicidad gracias a las miserias del señor Burns? ¿Es un disparate considerarse de izquierdas y reírse del infortunio de Springfield , aunque se trate de un pueblo de animación? ¿Acaso no es la desgracia ajena lo único que hace reír? ¿Quién decide si Los Simpson es una serie incorrecta y hasta combativa o en cambio el poder también se esconde bajo el monopatín de Bart?" (De la página web de la editorial)

y Los soprano forever, también una obra conjunta, esta vez de pensadores y críticos patrios.





"¿Sobre qué trata entonces este libro? Sobre Los Soprano y nuestra simpatía por el diablo, por supuesto, pero también sobre Los Soprano y Dios, Los Soprano y la paranoia familiar que (¡ay!) tanto nos suena, Los Soprano y la soledad multitudinaria, Los Soprano y el buen sexo, Los Soprano y el jodido problema del mal, Los Soprano y la obesidad (y de paso: Los Soprano y obscenidad), Los Soprano y el nihilismo que nos toca, Los Soprano y el verdadero striptease de la realidad, Los Soprano y las lecciones vitales del cine negro, Los Soprano y el bienestar infeliz, Los Soprano y el viejo doctor Freud, Los Soprano y el oscurísimo final de Los Soprano, Los Soprano y la frágil verdad de los colosos, Los Soprano y esos cuatro que deben reírse para que a otro le corten un dedo, Los Soprano y la nostalgia infinita de los buenos tiempos, Los Soprano y las cosas que de verdad nos importan, Los Soprano y…" (De la página web de la editorial)

Otra temática exitosa últimamente es la de los muertos vivientes, y por supuesto, también podemos verlos desde nuestro particular prisma. Aquí os traigo un libro de Jorge Fernández Gonzalo, Filosofía Zombi




"Los zombis llegan a la filosofía. A través de la producción fílmica de George Romero y de otras obras sobre el género de los muertos vivientes (películas, cómics, series de televisión y videojuegos), Filosofía zombi urde un original análisis sobre las sociedades de control y las tecnologías de mediación que nos separan del acontecimiento de lo real. El zombi representa una no-construcción en el otro, esa falta de otredad a que se encamina el sujeto de las sociedades tardocapitalistas."(De la web de la editorial)


De momento hasta aquí, otro día vemos qué libros han abordado la filosofía a través del comic y otros géneros de ficción.





jueves, 13 de diciembre de 2012

Historia de la filosofía, voces que valen la pena

Estos días tengo en mente varias cosas: luchar por la filosofía, buscar formas de que todo el mundo la vea apasionante y divertida, como yo la veo, y recordarles a algunos que la filosofía no solo es cosa de hombres. Vayamos poco a poco. Aquí os dejo una presentación con algunos fragmentos de obras de filósofas españolas contemporáneas. Fijaos en cómo llevan años reivindicando una democracia real, participativa, transparente, igualitaria.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Historia de la filosofía en peligro de extinción

Recojo el testigo de Zoosofía, iniciado por Antes de las cenizas, para escribir algo a favor de la Historia de la filosofía, pero aprovecharé para hablar también de la Ética que quieren eliminar para todos, que será solo una alternativa, como si convertirnos en ciudadanos con unos valores morales básicos fuese una opción.

Ahora mismo no estoy dando clase. Me apena porque me gusta ser profesora de filosofía. Y me apena porque es una asignatura que sé que aprovecharía mucho en estos tiempos más que convulsos. Con las asambleas en la calle surgidas del 15m, con las redes sociales hirviendo de debates y propuestas de acción, con un sistema democrático y económico que está a punto de sufrir cambios importantes... la realidad se presta más que nunca a llevarla al aula y relacionarla con la filosofía, explicarla con la filosofía. Y la realidad NECESITA más que nunca de personas que sepan en qué mundo viven, cómo hemos llegado hasta aquí, qué propuestas se han hecho a lo largo de la historia para que el mundo sea mejor. Sí, señores, la filosofía no es una cosa anticuada y alejada de la realidad. Me atrevería a decir que es de las asignaturas más útiles para la vida diaria. En la vida diaria hay que tomar decisiones morales cada dos por tres, en la vida diaria hay que pensar y con suerte decidir cómo queremos que sea la sociedad en la que vivimos. En la vida diaria escuchamos discursos políticos, leemos programas electorales, columnas de opinión. Los ejemplos son muy numerosos.
¿Y en qué asignaturas cree usted que se enseña a los alumnos a enfrentarse a esas situaciones?

- Ética
- Educación para la ciudadanía.
- Filosofía y ciudadanía
- Historia de la Filosofía

PUES QUIEREN BORRAR DE UN PLUMAZO 3 DE 4.


Le paso el testigo a:

El superpoder de la filosofía

Filotelleiras 

 

jueves, 19 de abril de 2012

Platón, ahora neoliberal

Antonio Aramayona – ATTAC CHEG Aragón

Platón creyó haber encontrado la llave para tener una sociedad justa y equilibrada, cuyos ciudadanos fueran felices. Clasificó a los seres humanos en tres clases distintas, según sus inclinaciones naturales: trabajadores, guerreros e intelectuales. Los primeros debían hacer bien aquello para lo que estaban naturalmente dotados: comer, dormir, procrear y sobre todo trabajar. Si así lo hacían, sin rechistar ni cuestionarse nada, serían felices e incluso podrían subir de escalón en próximas vidas. Los guerreros debían dedicarse para alcanzar la felicidad a cosas arriesgadas y exigentes (ejército, policía, atletismo…). Tampoco ellos debían cuestionar si aquello funcionaba bien o mal, pues para eso estaban las personas pertenecientes a la tercera clase: los capitostes, los intelectuales, los únicos dotados de una visión global y certera de la realidad, dedicados a pensar sobre el interés general de la ciudadanía. Si cada uno está en su sitio, haciendo lo que debe, la sociedad resultante es justa, feliz y equilibrada.

Desde aquel entonces, hace ya más de 2.400 años, ha habido otros muchos intentos de convencer a la gente de que lo que mejor que puede hacer es asumir su condición personal y social, así como el estado de cosas existente en su entorno, y resignarse a lo que hay (básicamente, un reducido núcleo de ricos, privilegiados y bienvivivientes, y una amplísima mayoría de currantes y sobrevivientes). Eso sí, siempre se nos ha ido repitiendo el mensaje (=la estafa) de que, si somos buenos, la situación podría mejorar en un magnífico paraíso, una vez muertos, enterrados y definitivamente calladitos.

Hoy Platón parece pasear por nuestras calles y plazas, haberse colado en los titulares de la prensa, la radio y los telediarios. Hoy parece incuestionable para mucha gente que la sociedad tiene por su propia naturaleza unas castas, otrora llamadas “clases sociales”, que no deben ponerse en cuestión por el bien de todos y el interés general de la sociedad. Ocurre, sin embargo, que estas ideas ya no las firma Platón, sino un ente con más vidas que un gato, que responde ahora al nombre de “neoliberalismo” y es adorado por una incondicional brigada de neocons.

Según ellos, los trabajadores han de trabajar, y punto. Se les da un salario para que coman, beban, vistan, salgan, consuman y procreen. Si alguno de ellos se muestra díscolo o disidente, se lo despide (ahora más barato, con menos papeleo y complicaciones, con mayor rapidez: para eso están los decretos-leyes). Se procura que haya siempre, incluso en tiempos de gran bonanza económica, una sustanciosa bolsa de desempleados, dispuestos a ingresar en el cuerpo de currantes por menor precio. Y a todo ello se le llama “libertad de contratación”, “mercado de trabajo”, “modernización de las condiciones laborales”, “adaptación a la situación laboral europea” o “medidas necesarias para salir de la crisis al medio plazo”. Viene a ser como una de las viñetas que Andrés Rábago, El Roto, nos regaló recientemente en El País: un papá, una mamá y un niño están acodados en una barandilla; el padre pregunta; “¿Os acordáis de cuando había horizonte?”. Y el niño pregunta, a su vez: “¿Cómo era, papi?”.

Hay también en nuestra sociedad y en el mundo una segunda clase de personas, a cuyo cargo están encomendadas ingentes arsenales de destrucción y toda suerte de armamento. También hay policías (nos quedamos pasmados el pasado 29 de marzo viendo el gran número de antidisturbios exhibiéndose en las aceras mientras nos manifestábamos pacífica y cívicamente). Están al servicio de los intereses de quienes manipulan los hilos del poder y del dinero, se adjudican el nombre de “seguridad”, aunque sobre todo hacen seguros a los amos del cotarro y dicen ser “fuerzas del orden”, pero se trata del orden que conviene a los ricos y los poderosos.

La tercera clase son personas muy poderosas, se indultan y se amnistían sin reparos. No quieren que se las vea, toque o moleste. Antes hablaban francés e iban diciendo “laissez faire, laissez passer”. Ahora, amparados tras el eufemismo “mercados”, hacen y deshacen a su antojo: cuando les conviene, lo público y el Estado no deben inmiscuirse en sus asuntos; cuando les interesa, exigen que se hagan cargo de sus deudas, causadas por su codicia sin limites.

Platón escribió solo para el 15% de los atenienses, los ciudadanos (un 15% de la población entre los que había también muy ricos y de limitados recursos). Se “olvidó” del resto: los esclavos (37%), los inmigrantes legales (5%) y sobre todo, de las mujeres (el resto). Hoy nos seguimos olvidando de dos tercios de la población mundial, sumida en la miseria, la carencia de alimentos, agua potable, escuelas, centros sanitarios…, esquilmados sus recursos por la voracidad de las multinacionales y los especuladores.

Sin embargo, mal que les pese a los señores del dinero y de los medios, así como a sus servidores políticos, militares y policiales, otro mundo es posible y necesario.

Artículo publicado en El Periódico de Aragón.
http://lautopiaesposible.blogspot.com.es/

De aquí: http://www.attac.es/2012/04/06/platon-ahora-neoliberal/